Obra cumbre de Lev Tolstói (junto a Anna Karenina) y de la narrativa del XIX, Guerra y paz constituye un vasto fresco histórico y epico. Con la campaña napoleónica -Austerlitz, Borodinó o el incendio de Moscú- como trasfondo, se narra la historia de dos familias de la nobleza rusa, los Bolkonski y los Rostov, protagonistas de un mundo que empieza a escenificar su propia desaparición.
Hasta hace pocos años, todas las traducciones de Guerra y paz se basaban en la edición canónica de 1873. Sin embargo, en 1983, la Academia Sovietica de Ciencias publicó lo que ellos llamaron la "edición original", es decir, la primera versión que Tolstói escribió en 1866. Es la esplendida traducción de ese manuscrito original, de la mano de Gala Arias Rubio, la que publicamos en este volumen.
"¿Es que se puede estar en paz en los tiempos que corren, cuando se tiene algo de sensibilidad?"
Los peores vaticinios del capitalismo se han cumplido: triunfan los dioses del consumo y la comodidad, y el orbe se divide en diez zonas en apariencia seguras y estables. Los humanos ya no procrean, el sexo se ha convertido solo en una diversión y las letras del alfabeto griego se han pervertido para clasificar a los seres humanos por castas. Todos aceptan su lugar en la nueva jerarquía social, perfectamente ordenada. Los valores humanos esenciales no tienen cabida en este mundo y los habitantes se crean in vitro con una técnica concebida a imagen y semejanza de una cadena de montaje. El soma, la droga por excelencia en este mundo distópico que propone Huxley, ayuda a los habitantes a escapar de la rutina. A cambio de este orden pulcro, la libertad de expresión y el pensamiento crítico han sido erradicados. Bernard Marx, el protagonista de la novela, inconformista e inteligente, deberá probar los límites de la sociedad que lo ha engendrado, iniciando un viaje más allá de las fronteras distópicas de su universo.
El tesoro de Tutankhamón es uno de los temas más fascinantes de la egiptología, pero la biografía de quienes sacaron a la luz el increíble mundo del antiguo Egipto no se queda atrás. En Cosas maravillosas no solo se habla del Faraón Niño y del contexto en el que vivió, sino también de la empresa arqueológica más grande de todos los tiempos: la expedición que culminó con el hallazgo de su sepultura intacta el 4 de noviembre de 1922 gracias a Howard Carter y Lord Carnarvon.
Por entonces, la ciencia de la egiptología tenía apenas un siglo de existencia, y se enfrentaban a un reto histórico de enorme complejidad. Aquí revivimos aquella aventura incomparable que conjugó intereses políticos, problemas de conciencia y grandes avances científicos.
Colleen McCullough nos traslada a los primeros siglos de la civilización occidental y traza un espléndido cuadro de la Roma republicana. La historia se inicia en el año 110 a. C. con dos ambiciosos personajes, Mario y Sila, cuyo único y decidido objetivo es llegar a ser el primer hombre de Roma. El primero es un plebeyo de mediana edad, enardecido por la confianza en sus dotes y el enriquecimiento que ha logrado; el segundo, un joven y apuesto aristócrata corrompido por la pobreza familiar. Aquél, un militar disciplinado y soberbio, y éste, un desvergonzado epicúreo. Mario se casa por interés para favorecer su carrera política, y Sila, por amor. Ambos pugnan en este primer episodio por el poder y la gloria.
Anhelo los días previos a la Última Desolación.
Los días en que los Heraldos nos abandonaron y los Caballeros Radiantes se giraron en nuestra contra. Un tiempo en que aún había magia en el mundo y honor en el corazón de los hombres.
El mundo fue nuestro, pero lo perdimos. Probablemente no hay nada más estimulante para las almas de los hombres que la victoria.
¿O tal vez fue la victoria una ilusión durante todo ese tiempo? ¿Comprendieron nuestros enemigos que cuanto más duramente luchaban, más resistíamos nosotros? Quizá vieron que el fuego y el martillo tan solo producían mejores espadas. Pero ignoraron el acero durante el tiempo suficiente para oxidarse.
Hay cuatro personas a las que observamos. La primera es el médico, quien dejó de curar para convertirse en soldado durante la guerra más brutal de nuestro tiempo. La segunda es el asesino, un homicida que llora siempre que mata. La tercera es la mentirosa, una joven que viste un manto de erudita sobre un corazón de ladrona. Por último está el alto príncipe, un guerrero que mira al pasado mientras languidece su sed de guerra.
El mundo puede cambiar. La potenciación y el uso de las esquirlas pueden aparecer de nuevo, la magia de los días pasados puede volver a ser nuestra. Esas cuatro personas son la clave.
Una de ellas nos redimirá. Y una de ellas nos destruirá.
Un libro fascinante del gran maestro de la ciencia ficción, que abarca la historia de la tecnología aplicada a las comunicaciones desde mediados del siglo XIX hasta la actualidad.
Con el nacimiento del telégrafo, en 1858, y la conexión de Estados Unidos y Gran Bretaña mediante cables de cobre a través del Atlántico, comenzó un proceso que, en apenas un siglo, ha cambiado los sistemas de comunicación hasta revolucionar por completo las relaciones entre los hombres y las naciones.
El ejemplo pionero de las dos potencias anglosajonas fue seguido por los demás países, que establecieron nuevos vínculos gracias al ingenio telegráfico. Más tarde, la invención del teléfono y la radio vendría a confirmar una aceleración de las comunicaciones que habría de completarse, pasada la Segunda Guerra Mundial, con el lanzamiento al espacio de satélites de gran precisión.