Las historias de la novela cautivan desde el principio, y se entrelazan muy bien. Se retratan muchas cosas de la realidad social y política dominicana y latinoamericana. Su estilo de escribir es profundo en cuanto a las acciones y las descripciones que se llevan a cabo. Luego de leer la obra, dan deseos de conocer ese mundo a veces subrealista donde se desarrolla: Verón!