Es la madrugada del 1 de septiembre de 1939 cuando el continente europeo despierta enmudecido por la marcha de miles de soldados alemanes hacia Polonia, a la que acabarán conquistando y anexionando con una guerra relámpago. Italia se mantiene al margen mientras que Reino Unido y Francia declaran inmediatamente la guerra a Hitler. Sin embargo, testigo de la rapidez del ejército nazi y cada día más presionado por los altos cargos fascistas, Mussolini se convence de que todo terminará pronto y en abril de 1940 decide también involucrarse en el conflicto.
Disponibilidad:
3 en stock