A la vez que mejora su capacidad para las relaciones sociales y su pensamiento se vuelve más complejo, los adolescentes se ven invadidos por múltiples emociones y anhelos nuevos que muchas veces no son capaces de gestionar y les provocan estrés, angustia y sufrimiento que sus padres también padecen, sin saber cómo ayudarles.
La sociedad hiperconectada en la que viven agrava muchas veces estos problemas. El adolescente busca «ayuda» en la red, donde encuentra a otros jóvenes en situaciones parecidas a la suya que retroalimentan su caos emocional.
Depresión, trastornos alimentarios, autolesiones, apatía, fracaso escolar, aislamiento, abuso de alcohol y drogas, conductas violentas, tendencias suicidas, son algunos de los trastornos emocionales que se tratan en el libro, enfocado para ayudar a los padres de adolescentes a valorar los problemas de conducta de sus hijos y proporcionarles las claves necesarias para abordarlos.