En 2009, un chico de 18 años, hijo de inmigrantes haitianos irrumpió en las listas del Billboard con la canción “Whatcha Say”, que de inmediato ocupó el primer lugar, con su sorprendente gancho, una frase que se convertiría en una de las más pegajosas de la historia de la música pop: su propio nombre, cantado a toda voz. Desafiando todas las probabilidades, Jason Derulo se plantó una y otra vez, éxito tras éxito, como uno de los cantantes, bailarines e intérpretes más trabajadores del mundo y como una fuerza arriesgada de la naturaleza.
Esta es la extraordinaria historia del ascenso de Derulo, contada mediante los valiosos principios que lo guiaron e impulsaron hacia la excelencia artística. El compromiso de Derulo con su sueño y su dedicación para realizarlo es materia de leyenda: levantarse a las 4 de la mañana para alcanzar autobuses por Miami y poder asistir a las escuelas de artes escénicas con una beca, apuntarse en los concursos locales de canto en el centro comercial los fines de semana y escribir cientos de canciones sin siquiera haber visto el interior de un estudio de grabación.