Presta atención porque elijo las palabras cuidadosamente, y no las repetiré otra vez.
Te he dicho mi nombre: soy el quién.
El dónde lo elegirás tú.
El qué es fácil. Hace poco creé y puse en marcha un método para transformar una idea en dinero: pagando pocos impuestos, donde el fracaso no existe, el comprador tiene el poder y el beneficio se hace al comprar, donde la venta siempre es lo último y la vida es tiempo, decisiones y dinero.
Todo ello incluye el cuándo.