Un cuento de Bea Taboada, autora de A veces mamá tiene truenos en la cabeza, sobre paternidad y la conciliación familiar.
El regalo perfecto para los papás que pintan mucho.
Mi papá de pequeño dibujaba dinosaurios. Ahora es arquitecto, y dibuja casas y planos.
También le gusta pintar caritas sonrientes en mi agenda del cole y corazones de tomate en los macarrones.
Papá siempre me explica que es importante esforzarse mucho, pero que no pasa nada si a veces, pintando, nos salimos un poco de la línea. Dice que es mejor acabar un poco manchado que no pintar nada.
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