En tiempos remotos, el dios Sol creó a las iracundas bestias, las peligrosas montañas, los bravos ríos y a los humanos, pero a estos los dejó indefensos ante las amenazas de la isla de Gaeraid.
Por ello bendijo a algunos con poderes increíbles.
Ocho dones para protegerse y ocho clanes que vivirán en paz por siempre.
Sin embargo, ningún dios hace regalos sin pedir nada a cambio.