Nunca es tarde para otorgarte una segunda oportunidad. Cada día puedes empezar de nuevo, aprender de las experiencias que te hirieron, y avanzar hacia un futuro mejor. Por mucho tiempo te has juzgado, y en este viaje, uno de los destinos será el perdón.
Mereces cerrar los ojos abrazando tus logros, aunque te sientas muy lejos de la meta, estás avanzando por la escalera de la vida, donde cada peldaño ya es un triunfo.
Si estás leyendo esto, es porque nos merecemos un viaje en el que naveguemos sin juzgarnos por cada error, y entendamos que los problemas, aunque se aparezcan juntos y traten de derrumbamos, no lo lograrán. Es tiempo de enfrentar los inconvenientes con paciencia descubriendo esa fortaleza que tenemos. Porque tenemos el poder de empezar de nuevo todas las veces que sean necesarias, recuérdalo.