Con las primeras gotas de lluvia, un cadáver espera a ser encontrado junto a una vieja cabaña en las afueras de Zarzaleda, un pequeño pueblo de la sierra de Madrid. Sus habitantes se quedan conmocionados al descubrir que entre las rocas y las zarzas reposa el cuerpo de Manuel Villaseñor, el joven más prometedor del lugar.
Con su actitud huraña y su afición a perderse por los infinitos senderos de las montañas, Camino sabe que sospecharán de ella. No la ven con buenos ojos. A la sombra de esos bosques que tan bien conoce, empezará a indagar por su cuenta para hallar al verdadero asesino. Sabe que Manuel no era el chico perfecto que todos creen, pero nadie quiere ver ni escuchar la verdad...