Se retrata a los protagonistas y explicar, a través de ellos, las señales de sus costumbres y de su evolución. La sociedad feudal, la vida en los castillos y en los pueblos, las relaciones entre la ciudad y el campo, la nobleza guerrera y terrateniente contra la naciente burguesía urbana, la mujer, el sentimiento religioso, el grueso párroco y el monje ascético, las costumbres, la alimentación, la violencia o las supersticiones, les han interesado a los autores más que las guerras y la política.