Resulta positivo y envolvente el sumergirse en esta obra de ficción, de la mano de un autor con más de ochenta años de edad, como acontece en estas páginas que desde la enorme presa dominicana de Valdesia desembocan en la imaginación de los lectores que como personajes van por varios planetas en naves capitaneadas por seres más civilizados que los terricolas.
Todo esto ocurrió en un día de pesca de sueños y de realidad por un mundo de paz. Felicidades al autor de esta obra que es un derroche de talento y de otros logros que dejan en libertad a la presa de Valdesía.
Tomás Castro Burdiez
Es una madrugada como cualquier otra, Luigi se prepara para otro de sus esperados pasivos (pero para él emocionantes) días de pesca. Con la misma pasión de siempre, recoge sus varas, sus anzuelos, sus carnadas, su mochila, sus ricos emparedados y su termo de jugo de citricos naturales. Lo preparó todo desde la noche anterior para él y su mejor amigo Alberto. El camino no le depara sorpresas, lo conoce bien y ha hecho esta rutina durante años, así que ya supone como será ese día, pero desea que esta vez su pesca sea mejor que la ocasión anterior, pues no quiere que su amigo siga ocupando el primer lugar - en sus sanas competencias personales. Sin embargo, aún en su avanzada edad y en sus más profundos sueños, jamás hubiera imaginado que al pasar las horas, todo se transformaría en “Un Extraño Dia de Pesca”. -
José Antonio Baroni