RESOLI
Ese cerro que miras a Viejos me ha invitado a que vuelva a ser la niña que esperaba encontrar en la campiña el amor del que sólo vio reflejos.
Que lo busque detrás de los espejos que sorprenden a un alma que escudriña, en mis noches de insomnio, de morriña mal de tierra o relatos muy añejos.
Sin pensarlo dos veces dije sí, volveré tras mis pasos, florecida. Tejeré un nuevo sueño para mi.
Nadie sabe si ronda por ahí el que fuera el más bello de mi vida y por nada, en la nada, lo perdí.