En casi todos los guiones hay palabras que expresan lo que dicen, y palabras que no. A veces son mentiras, y otras un modo alternativo de comunicación, indispensable para construir un guion excelente. Pero cabe también expresar ese mismo contenido mediante asociaciones de imágenes, objetos, nombres y evocaciones, que proporcionan al espectador la información que necesita para sospechar, alegrarse y amar, desconfiar o sorprenderse con los personajes, que adquieren una realidad inesperada.
El subtexto constituye un lenguaje indispensable para el gran cine, y también para la novela. Linda Seger elabora, como siempre de un modo sintético, un magnífico manual divulgativo para amantes del cine y de la creación literaria, novelistas y guionistas, pero también para academias y universidades, y para todo aquel que busca disfrutar y aprender con el buen cine.