«He escrito Cartas de las mujeres que aman demasiado con dos propósitos: primero, como una manera práctica de responder en detalle las innumerables cartas que recibí tras la publicación de mi primer libro; y en segundo lugar, para crear la oportunidad de que quienes comparten el problema de la adicción a las relaciones aprendan unos de otros cómo ha sido la lucha y, si se ha producido la recuperación, cómo se logró.
Refrescando los principios presentados en Las mujeres que aman demasiado he elaborado cuidadosos y completos análisis de estas cartas, en las que tantas mujeres relataron la manera en que pusieron en práctica los principios de la recuperación.
Compartamos, entonces, nuestras experiencias para llegar a una vivencia del amor plena, equilibrada y feliz.»