Este tratado es un prontuario de recuperación y de regeneración de la ilusión de la ciudadanía “normal”, que ve cómo las estructuras básicas de su país se alejan, cada vez más, de sus inquietudes y, sobre todo, de sus necesidades, golpeada por las sucesivas y continuas crisis (socioeconómicas, energéticas, climáticas, sanitarias, etc.), encajando tantos golpes como puede soportar su maltrecha moral y que camina sonada ante un futuro incierto, lleno de radicalismos, que se dibuja con unos lápices que no maneja en absoluto.
El autor no pretende solucionar nada, no desea otra cosa que, de forma esquemática, incitar al lector a que valore todo lo que hemos conseguido juntos, como país, como nación, en los últimos años. Se trata de un modesto, pero imprescindible, botiquín de alivio rápido de una herida, todavía superficial, que amenaza con hacerse más profunda poco a poco hasta dañar órganos vitales.