Anécdotas y reflexiones fascinantes de una cantante wagneriana argentina de sangre irlandesa y alma germana que fue amada y aplaudida en Europa. Un aporte a la historia cultural de la segunda mitad del siglo XX y una celebración del arte como salvación.
Margarita Kenny (Venado Tuerto, Argentina, 1915-2008) fue una cantante de ópera que debutó en el Teatro Colón de Buenos Aires en 1943. Al tiempo que se producía el ascenso del coronel Perón al poder, partió a Filadelfia a perfeccionarse y de allí saltó a una Europa de posguerra que, conforme ella demostraba su talento, le abrió paso a los escenarios más prestigiosos de la lírica internacional, especialmente, el de la Ópera de Viena, que la aplaudió por veinte años. Mezzosoprano en los inicios de su carrera, soprano dramática en su consagración, el repertorio wagneriano fue su marca: decía de sí que su sangre era irlandesa, su corazón argentino y su alma germana. Mimada de la nobleza europea en general y de la familia Wittgenstein (era íntima de Paul) en particular, antes de dejar la Argentina había trabajado como periodista en El Hogar y columnista en radio El Mundo.
Disponibilidad:
2 en stock