FILORIOS: con este mote de carácter peyorativo fueron llamados
los trinitarios sequidores de Juan Pablo Duarte por parte de sus
adversarios. El término proviene de la consigna o distintivo que
adoptaron las damas simpatizantes con la causa independentista,
de colocar en su cabellera una flor blanca que se conocía como
"filoria", y que no era otra que el "jazmín de malabar
Los trinitarios, a quienes sus enemigos tildaban de soñadores,
filósofos, desconectados de la realidad, inocentes e ilusos, lejos de
sentirse ofendidos o heridos, acogieron con orgullo el mencionado
mote, y también comenzaron a exhibir la flor en un bolsillo o en una
solapa de su chaqueta.
El análisis de la vida de los patriotas nos muestra el triste final que
tuvieron: la forma injusta en la que fueron perseguidos, exiliados,
deportados, apresados y fusilados, borrando hasta sus memorias
para que ni siquiera se les recordara. Sus perseguidores fueron los
malos dominicanos que asaltaron el estado que ellos fundaron;
verdaderos delincuentes, facinerosos, deshonestos, asesinos y
prevaricadores, que hasta el día de hoy se perpetúan en el gobierno.
Con su vida, los "Filorios" adoquinaron el camino a la libertad; su
sangre es la argamasa que une los bloques que han construido esa
senda de paz, de Estado de derecho, de libertad, de democracia, de
respeto por los demás, de libre comercio, de ejercicio profesional,
de arte, de música, de deportes, en fin, de muchos valores, sobre la
qué estamos transitando hoy. Gracias a ellos tenemos un país, con
sus defectos y carencias, pero es nuestro país.
Esta es la historia completa, en orden cronológico, de la
Independencia dominicana y de la Restauración de esta, que hemos
querido brindar para la memoria de los buenos hijos de esta tierra
Esta es la historia de todos nosotros, la historia de la dominicanidad.