Él me acogió cuando yo no tenía donde ir. No me manipula, no me hace daño, ni me ignora. Me escucha, me protege... ME VE. Pero mi corazón late demasiado fuerte cuando le oigo llegar a casa, o cuando me mira durante la hora del desayuno.
Tengo que parar esto. No puede pasar.
Mi hermana me dijo una vez que no hay ningún hombre bueno, y que cuando lo encuentras, no está disponible. El problema es que no es Pike Lawson quien no está disponible. Soy yo quien está fuera de su alcance.