Alma Parsehyan padece dolores en el abdomen: literalmente siente un vacío en el vientre. Un sufrimiento ancestral. Su familia fue víctima del genocidio perpetrado por el Imperio otomano, actual estado turco, contra el pueblo armenio. Ella también vivió su propio infierno y pudo escapar de él. Pero aún necesita sanar. Cerrar un círculo. Así emprende un viaje hacia Artsaj, un territorio históricamente armenio y en lucha permanente, en donde se reunirá con su prima Nané, que ha logrado formar una familia. La guerra se interpondrá en la travesía y Alma volverá a convertirse en una sobreviviente, aunque ahora gracias al amor.