El éxito en nuestra profesión es dinámico, no estático. Ya sea que nuestro objetivo consista en mantener el éxito actual, forjar un éxito prolongado o avanzar a un éxito aún mayor, no sólo debemos estar dispuestos a aceptar el cambio, sino también a estar alertas al momento en que deberíamos iniciarlo.
Con frecuencia las personas sienten que sus métodos y sistemas son buenos y sólidos, y que no necesitan modificarlos. “Si sirve, no le metas mano.” Por desgracia, esta consigna no siempre es cierta. Lo que funcionó bien en el pasado quizá ya no sea el mejor enfoque para el presente o el futuro. Sin importar qué tan bueno pueda ser lo que estemos haciendo hoy, es posible que los cambios en las circunstancias indiquen la necesidad de hacer las cosas de manera diferente.
Ya sea en el trabajo o en nuestra vida personal, si queremos progresar debemos estar dispuestos a hacer cambios, a menudo de gran envergadura, en el modo en que trabajamos o incluso vivimos la vida.