Inspirado en la filosofía política de John Locke y de Immanuel Kant, en la Escuela austríaca de economía y en el pensamiento anarquista norteamericano del siglo XIX, el libro pretende demostrar, a partir de una teoría de los derechos naturales, que el único Estado moralmente
admisible es el Estado mínimo o gendarme, esto es, aquel que tiene como única función garantizar y proteger los derechos y libertades de los individuos que quedan bajo su autoridad. En consecuencia, y de acuerdo a lo que Nozick sostiene, cualquier Estado mayor que el Estado mínimo es moralmente inadmisible en la medida en que su funcionamiento implica la violación de los derechos individuales sometidos a su autoridad.
Los principales blancos de la tesis defendida por Nozick en esta obra son, por consiguiente, por una parte, los anarcocapitalistas y, por otra, las diferentes teorías igualitaristas y socialismo y, en particular, Una teoría de la justicia de John Rawls. La primera parte del libro, encaminada a demostrar a través de un experimento mental la compatibilidad conceptual entre el Estado y la existencia de los derechos del Estado, es dirigida contra los anarco-capitalistas. La segunda parte del libro, encaminada a demostrar la inadmisibilidad desde el punto de vista moral de las teorías igualitaristas se apoya, fundmentalmente, en la teoría de las intitulaciones que expone allí Nozick. La tercera parte de la obra ofrece un argumento independiente (es decir, independiente de los argumentos ofrecidos en las dos primeras partes) a favor del Estado mínimo.