Nanette no fue solo un espectáculo de stand-up insuperable, fue también un arrollador éxito viral que cautivó al público por su sinceridad desgarrada y por su habilidad para generar a un mismo tiempo tensión y risa. El éxito mundial de Gadsby podría hacernos creer que la fama le llegó de la noche a la mañana, pero el camino que la llevó a lo más alto de la escena internacional fue en realidad bastante tortuoso.
En Los diez pasos hacia Nanette, Gadbsy nos brinda su retrato más íntimo: su adolescencia como persona queer en Tasmania (donde la homosexualidad fue ilegal hasta 1997), los trabajos itinerantes en Australia tras la universidad, sus duros encontronazos con la homofobia y la violencia sexual, su constante evolución como cómica, los diagnósticos tardíos de autismo y TDAH... y finalmente el hallazgo de lo que había de ser la esencia de Nanette, es decir, la renuncia a mofarse de sí misma en sus chistes, el rechazo de la misoginia y el compromiso moral con decir la verdad a toda costa.