Ken Robinson cambió la vida de millones de personas; sus famosas charlas TED han recibido millones de visitas y sus libros se han traducido a veinticuatro idiomas. Dedicó los últimos años de su vida a escribir lo que sería su manifiesto, en el que integra las claves de su revolución de la educación. Cuando en agosto de 2020 le diagnosticaron un cáncer terminal, pidió a su hija Kate que concluyera ese manifiesto y continuara la labor que él había comenzado.
Este libro es, en esencia, un homenaje al potencial de los seres humanos y una llamada a renovar los sistemas educativos y a revolucionar la forma de gestionar la sociedad. Para sir Ken, lo que realmente nos diferencia del resto de los seres vivos es la imaginación: la capacidad para crear en la mente cosas que no existen, para proyectar un mundo diferente al que habitamos y, en definitiva, para recrearlo.