El odio del Führer que condenó al mundo.
James M. Longo investigó durante años la vida de Adolf Hitler y el origen de su crueldad. Descubrió que antes de su intento de conquistar Europa, el líder nazi se dedicó a exterminar a quienes creía que habían llevado a su familia a la miseria, a los que truncaron sus aspiraciones artísticas y a quienes lo orillaron a vivir como indigente durante su adolescencia. Para Hitler había culpables: los reyes de su natal Austria, el linaje de los Habsburgo. Ese resentimiento lo motivó a presentarse como voluntario al ejército alemán, donde cultivó su terrible antisemitismo.
Su venganza contra la realeza de Austria comenzó en 1938, cuando llegó a Viena y ordenó a la Gestapo que detuviera a los dos hijos del difunto archiduque Franz Ferdinand para deportarlos al campo de concentración de Dachau, Alemania. Tras este arresto, los otros miembros de la familia real iniciaron una guerrilla contra los nazis en Viena, Praga y Berlín para liberarlos.
Basado en entrevistas con descendientes de los Habsburgo y material fotográfico inédito, el autor narra dos historias desconocidas hasta ahora: la causa del odio de Hitler y la epopeya de la resistencia de esta dinastía contra la maquinaria asesina más despiadada de la historia moderna.