Una de las mayores historias de amor de la literatura y quizá la mejor representante del romanticismo ingles
Cumbres borrascosas, la epica historia de Catherine y Heathcliff, situada en los sombríos y desolados páramos de Yorkshire, constituye una asombrosa visión metafísica del destino, la obsesión, la pasión y la venganza. Con ella, Emily Brontë, que la publicó bajo un seudónimo masculino, rompió por completo con los cánones del decoro que la Inglaterra victoriana exigía en toda novela, tanto en el tema escogido como en la descripción de los personajes. La singularidad de su estructura narrativa y la fuerza de su lenguaje la convirtieron en una de las obras más perdurables e influyentes de la historia de la literatura.