En muchos casos, la enfermedad satisface necesidades emocionales. Funciona como un medio efectivo para atraer la atención o para asegurar la continuidad de un modelo de vida. Pero también puede llevarnos a mirar hacia nuestro propio interior, algo que de otro modo no habríamos hecho.
Caroline Myss nos habla del papel que desempeñan las doctrinas ancestrales en el conocimiento de la energía corporal. Sin pretender sustituir la medicina tradicional, la autora sugiere pasos a seguir para aprovechar el potencial de nuestra energía en favor de la salud.