Reena Hale conoce de cerca el poder destructor del fuego. Cuando tenía once años, un incendio provocado arrasó el restaurante propiedad de su familia. Esa noche, mientras se debatía entre el dolor y la impotencia ante la furia de las llamas, decidió aprender a dominar aquella fuerza terrible y devoradora, e impedir que jamás pudiera volver a herir a los suyos.
Tras años de estudio y duro aprendizaje, Reena ha logrado el objetivo que se marcó en la infancia: es investigadora, la única mujer en la unidad contra incendios de la policía de Baltimore. Un trabajo absorbente, que la pone a prueba a diario. Una profesión que su familia ha apoyado desde el principio, pero que la ha apartado -a veces con crueldad- de los hombres que se han cruzado en su vida. Hasta que un día llama a su puerta alguien que la vio hace años y no quiere dejarla escapar nunca más.