CUENTOS DE AMOR, LOCURA Y MUERTE

La producción intelectual de Aristóteles puede ser vista como el punto de llegada de un esfuerzo tenaz de precisión terminológica.

Peter Pan es mucho más que un personaje, al igual que "Peter Pan en los jardines de Kensington" es mucho más que una novela. Ambos, junto a la segunda entrega, "Peter y Wendy", forman parte del imaginario colectivo de generaciones y generaciones, a lo largo de todo el mundo. ¿Quién no ha querido ser eternamente niño y disfrutar de la vida sin ninguna regla, pasando la mayor parte del tiempo divirtiéndose y viviendo hazañas, ajeno a las responsabilidades del mundo adulto? En este primer relato pasearemos junto a Peter por tos jardines de Kensington, sorprendiéndonos con el poder secreto de las hadas, escuchando hablar a los animales y, por supuesto, descubriendo, poco a poco, parte de la realidad oculta que los adultos apenas podemos distinguir...

Dentro del mundo de la filosofía, existen libros de una mayor o menor utilidad práctica. Meditaciones, de Marco Aurelio, lo es. Con un lenguaje claro y familiar ofrece enseñanzas sencillas y concisas que mejora nuestra vida si logramos asimilarlas correctamente. Párrafos cortos, ideas de gran profundidad, lenguaje muy cercano… y llegamos a los principios e ideas que guiaron su vida como político y lo convirtieron en uno de los mejores gobernantes de todos los tiempos. Meditaciones es una obra que el emperador escribió a y para sí mismo, como ejercicio y práctica para recordar y tener a mano los principios de la filosofía que adoptó, el estoicismo, rasgo que lo convierten en un texto eminentemente moderno de ética, uno de los mejores manuales o tratados que ha dado la historia. Además, el texto ha sido ejemplo de distintas corrientes modernas y contemporáneas, bases de pensamiento las del estoicismo que ya están presentes de alguna forma en otras filosofías, las orientales, como el taoísmo o el budismo.

Para las éticas grandilocuentes, con su excesiva verborragia, que tanto mira a las alturas como desatiende las cosas mundanas, el concepto de “lo útil” merece ser menospreciado por no estar a la altura del concepto que con mayor agrado encumbran, el de “deber”. Cicerón entiende, por el contrario, que el deber solo es sintético y de este mundo allí donde se entrecruza con lo útil, es más, que solo así la razón se materializa y tiene rostro humano. En particular, la vida civil, la paz en el Estado, sería inviable si no fuera referida a la utilidad. Y Cicerón demuestra que nada de esto es siquiera pensable sin que cada uno pague sus deudas y se garantice así la propiedad privada.