Isaac Asimov es, indiscutiblemente, uno de los escritores de ciencia-ficción más importantes de todos los tiempos. A sus profundos y vastos conocimientos científicos une una gran capacidad imaginativa. En 1972, como ratificación de su brillante carrera, Asimov recibió por Los propios dioses las dos mayores distinciones literarias concedidas a obras de ciencia-ficción: los premios Nébula y Hugo. Esta novela, que figura entre lo más destacado de su producción, nos hace reflexionar sobre un futuro, quizá no demasiado lejano, en el que los hombres ya han colonizado la Luna y se disponen a emprender osadas aventuras interestelares.
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