We the People traza la historia del constitucionalismo estadounidense, desde la fundación de la República hasta la revolución de los derechos civiles de la década de 1960 y la crisis actual provocada por la governance neoliberal, para afirmar con todo vigor la función primordial desempeñada por el poder constituyente del pueblo estadounidense en el ritmo de producción de la norma constitucional y del derecho positivo. Lejos de afirmar un modelo constitucional basado en la reproducción de la norma jurídica al ritmo de los equilibrios de un poder constituido congelado en el tiempo, el profesor Ackerman reivindica y reconstruye con toda precisión teórica los momentos histórico-constitucionales, producto genuino de procesos intensísimos de lucha de clases y de antagonismo social, en los que la voz del pueblo se impone en un complejo juego de desplazamientos de los equilibrios institucionales y de innovaciones en el campo jurídico-constitucional. En el caso de la historia estadounidense, la fundación de la República contra el dominio colonial, la Guerra Civil contra el Sur racista, el New Deal contra el modelo del laissez faire liberal y la revolución de los derechos civiles contra el segregacionismo del sistema de Jim Crow han supuesto una mutación fundamental del pacto constitucional de la nación y la inauguración de un nuevo ciclo político y legislativo. Estos puntos de inflexión despliegan con toda nitidez la potencia del poder constituyente contra la usurpación tendencial de los sucesivos pactos constitucionales por el poder constituido ligado a las clases y los grupos sociales, cuyo poder proviene de estructuras de dominación que la constitución política intenta someter a la voluntad democrática del pueblo. El libro contiene, pues, una teoría de la constitución entendida como resultado de la radicalización de la democracia mediante la imposición de nuevas cartas de derechos fruto de las nuevas necesidades políticas y socioeconómicas de la inmensa mayoría.
Jared Diamond se pregunta cómo unas sociedades que han desaparecido sin apenas dejar huella de su evolución han alcanzado una próspera civilización material y cultural. El punto de partida es una rigurosa investigación de los casos de culturas que no han perdurado: historias trágicas como la de los mayas, los habitantes de la isla de Pascua, los indios anasazi en Norteamérica; historias menos terribles como las de Islandia o de Japón; historias de vencedores y vencidos como el caso de la República Dominicana y de Haití y, finalmente, historias aún abiertas como las de China o de Australia, que están buscando soluciones innovadoras a sus desafíos ecológicos y sociales.
Lo público, lo común es el espacio en el que hemos de interactuar y relacionarnos para encontrar salida a problemas que nos afectan individual y colectivamente. Las instituciones públicas son parte integrante del escenario, pero no agotan el significado de lo público. Ni las políticas ni las decisiones públicas han de ser vistas como cosas de especialistas que pactan en secreto lo que nos va a afectar. Este un libro pensado en clave de aplicación práctica. Quiere ser una guía para innovadores y transformadores de la esfera pública, buscando, para ello, incorporar elementos, consejos y herramientas que sirvan al innovador, a quién quiere ir más allá de lo puramente incremental y quiere transformar su entorno.
Los lectores encontrarán así, un conjunto de casos extraídos de la realidad española italiana e incluso latinoamericana que dan vida, ilustran y enriquecen las aportaciones conceptuales y analíticas sobre Decisiones Públicas. Asimismo, el libro aborda las nuevas oportunidades que el cambio tecnológico ofrece tanto a los actores para su interacción como para renovar la forma de entender el análisis y la gestión de las políticas públicas.
Un cuarto de siglo después de su publicación en los Estados Unidos, la aparición de la versión española de la obra de Pocock constituye un acontecimiento intelectual de primera magnitud por dos motivos: por un lado, supone un excepcional ejemplo de investigación sobre la gestación del discurso republicano en Maquiavelo, en Harrington y en los padres de la independencia americana, construido desde la contextualización del discurso propia de la Escuela de Cambridge (Laslett, Dunn, Skinner), de la que Pocock es el principal referente; y, por otro lado, significa una magnífica respuesta al desafío que globalización y postmodernidad oponen a la conciencia histórica, articulada desde un replanteamiento de la categoría de tiempo privativa del viejo Occidente. La propuesta de Pocock entraña una vuelta a la política e implica una decidida toma de postura en un momento en que la democracia constitucional se halla inmersa en una crisis que sólo la fortuna sabe en que parará.
El llamado nuevo orden mundial, nos dice Chomsky, es como el viejo con otro disfraz. Cómo funciona ese "gobierno del mundo" que garantiza el dominio universal de las naciones ricas (sus reglas básicas siguen siendo las mismas: los débiles están sometidos a la fuerza de la ley, mientras los poderosos se sirven de la ley de la fuerza); se imponen a los pobres los principios de la "racionalidad económica", mientras los ricos se aprovechan del poder y de la intervención del estado. Chomsky desarrolla su razonamiento a través de la denuncia concreta de acontecimientos y situaciones, vistos en una cruda realidad que los medios de comunicación callan o disfrazan. Su reconsideración histórica de la guerra fría (que toma en cuenta los abusos y los crímenes de los dos bandos), el relato de los horrores de "la matanza del Golfo", el desenmascaramiento del orden político-económico de los Estados Unidos, le permiten ofrecernos un panorama realista del "nuevo" orden mundial y de sus reglas de juego.