¿Se puede luchar contra lo que está destinado a suceder? ¿Cómo asumir que a veces no hay mayor maldición que conseguir lo que tanto deseas?
Isabelle Taylor y Sebastian Morton, el duque de Kensington, están atrapados por un contrato matrimonial acordado por sus familias desde que eran apenas unos niños.
Ella ha sido educada para conocer todo lo necesario para complacerle y convertirse en la esposa perfecta. En cambio él se ha limitado a aceptar esa imposición como al resto de cargas inherentes al título, sin tomarse la molestia de conocer a su prometida y sin darse ninguna prisa en llevarla al altar.
Pero Isabelle, a pesar de haber estado siempre enamorada de su prometido, está cansada de ser «la novia eterna» —como se la conoce en los corrillos y las páginas de cotilleos—, y tiene muy claro que no quiere convertirse en «la duquesa ignorada».
Sin embargo, ahora que quiere rebelarse contra el futuro que los demás han planeado para ella y buscar su propio camino, Sebastian no está dispuesto a ponérselo fácil, pues ha descubierto en su prometida un más que apetecible reto y a una mujer que le atrae y le fascina.
¿Conseguirá Isabelle aceptar el destino que otros han trazado para ella o se rebelará contra lo que se ha convertido en una pesada carga?
Lucy Hutton y Joshua Templeman se odian. No es que se caigan mal, que no se entiendan o que no tengan feeling, no… simple y llanamente se ODIAN. Sí, en MAYÚSCULAS.
Ambos comparten oficina en el gigante editorial Bexley & Gamin, y mientras Lucy es encantadora y servicial, viste de colores alegres y lleva los labios de un rojo chillón, Joshua es frío, eficiente y calculador, y viste una camisa concreta para cada día de la semana. Agua y aceite, vamos.
Cuando surge la gran oportunidad de promoción laboral para ambos, lo de Lucy y Joshua se convierte en una lucha sin cuartel. ¿Quién conseguirá el codiciado ascenso, convirtiéndose así en el jefe —y tortura segura— del otro?
Y mientras ellos afilan sus cuchillos, un pequeño incidente en el reducido espacio de un ascensor lo pondrá todo patas arriba...
Año 2033. Tras una guerra nuclear devastadora, amplias zonas del mundo han quedado sepultadas bajo escombros y cenizas debido a la radiación. También Moscú se ha transformado en una ciudad fantasma. Los supervivientes se han refugiado bajo tierra, en la red del metro. En cada una de las estaciones, convertidas en pequeñas ciudades Estado, sus habitantes se agrupan en torno a las más diversas ideologías, religiones o movidos por un único objetivo: impedir una invasión de las criaturas mutantes del exterior.
Artyom, un joven soldado, será elegido para penetrar en el corazón del Metro hasta la legendaria Polis y alertar a todos del peligro que acecha a la estación de la que procede, la VDNKh, y a toda la red metropolitana. De él dependerá el futuro de su hogar, del Metro y puede que de toda la humanidad.
Año 2034. Moscú se ha transformado en una ciudad fantasma. Los supervivientes se han refugiado en las profundidades de la red de metro y han creado allí una nueva civilización que no se parece en nada a las anteriores...
La estación Sevastopolskaya lleva varias semanas incomunicada. En ella aparece un misterioso brigadier, Hunter, que toma la responsabilidad de luchar contra un enigmático peligro que amenaza a toda la red de metro y emprende una arriesgada expedición por el sistema de túneles. Le acompañará Homero, un hombre viejo y experimentado que conoce como nadie la red de metro y sus leyendas, y que cree que su misión vital consiste en poner por escrito la historia del mundo subterráneo. Más adelante conocerán a Sasha, una joven de diecisiete años. Homero está convencido de que el héroe y la muchacha podrían ser los protagonistas ideales de su epopeya, pero antes tendrá que protegerlos de incesantes peligros.
Gideon Cross apareció en mi vida como un rayo en la oscuridad… Era guapo y brillante, imprevisible y sensual. Me atraía como nadie ni nada lo había hecho nunca.»
Una novela de alto voltaje, provocativa y apasionada que no podrás soltar desde la primera a la última página.