En 1972, el joven director de teatro francés Georges Werler fue a ver a Milan Kundera a Praga y a su regreso consiguió, pese a los controles de la frontera, introducir en Francia el manuscrito de su obra de teatro Jacques y su amo. Kundera la había escrito después de la invasión soviética, cuando toda su obra, pasada y futura, había quedado borrada de las letras checoslovacas. En esta muy libre variación sobre Diderot, Kundera rinde un homenaje al escritor y filósofo francés que le ayudó a sobrevivir en un periodo tan difícil.
Tres historias de amor se entrecruzan durante el viaje que emprenden Jacques y su amo: la del amo, la de Jacques y la de Madame de la Pommeraye; tres historias que se entremezclan polifónicamente, donde cada una es, a su vez, variación de la otra, y juntas conforman una comedia sobre los problemas existenciales de la pasión amorosa, los celos, la venganza y el destino.
En una panadería de Ugarte, en el País Vasco, un niño que un verano ha regresado sin habla de un internado en el sur de Francia recupera las palabras gracias a su amistad con dos hermanos gemelos y a algo extraño que descubren los tres en las aguas del canal que baja de la montaña. La dictadura franquista está llegando a sus últimos días. Todo está cambiando en Ugarte y también en el cuartel de El Pardo donde, poco antes, Eliseo, Donato, Celso y Caloco intentan adiestrar una urraca y burlar el coto de caza reservado a los poderosos. La de ellos fue también una historia de amistad, con sus dosis justas de inconsciencia, rebeldía y tragedia.
Años más tarde, las huelgas alentadas por los sindicatos hacen temblar la industria minera de Ugarte. Son ya los turbulentos ochenta, y Eliseo y los gemelos se ven envueltos en una trama de venganza, urdida por el ingeniero Antoine, que parece propia del género negro. El tiempo pasa rápido y transforma todo lo de fuera: llega la música, la televisión con sus realities, el correo electrónico, aunque en el interior de los protagonistas de esta historia se mantienen intactos los silencios, los secretos, las amenazas... No es más que la vida, que discurre como hilos de agua entre las piedras. Pero avanza.
También yo quería entrar en el mundo real, y por un momento lo logré. Los dos caballos salvajes que estaban frente al Chevrolet Avalanche se pusieron a girar como en un carrusel, y con ellos el de Cornelie, el caballo negro de Franquito y otros caballos que formaban parte de mi pasado. Pensé -solo por un momento, ya lo he dicho- que aquella era la imagen de mi vida, y que me sería fácil poner junto a los caballos, o en su lugar, criaturas humanas: la mujer que leía Reader's Digest, el hombre que en el hospital se sentía enjaulado como un mono, José Francisco, Didi, Adrián, L., yo mismo, Ángela, Izaskun, Sara... Una vuelta, dos vueltas, tres, cuatro, y así hasta que el carrusel se parase. Pero ¿dónde estaba el centro? ¿Dónde el eje en torno al cual giraba todo?»
Una extraña muerte. Dos hermanos en la ruina. Y la llegada de una desconocida inversora que oculta un gran secreto.
Isla de la Palma, 1876. Miguel y Alejandro son gemelos y acaban de heredar la fábrica de tabacos La Indiana de forma repentina. Ambos quieren continuar con el negocio familiar, pero descubren que está al borde de la quiebra. La única opción es la venta.
Eliana, oriunda de Cuba, acaba de instalarse en la isla. Fascinada por la tabaquera, está dispuesta a invertir en el negocio para ayudarlos. Pero la mujer oculta un secreto que si se descubre puede arruinar la vida de todos.
El libro más divulgativo y canalla de Jordi Pereyra: una recopilación de las 25 curiosidades que solo la ciencia puede explicar.
¿Alguna vez os habéis preguntado por qué nos quedamos sin wifi si no estamos lejos del rúter? ¿O por qué las hormigas no mueren aplastadas al estrellarse contra el suelo?
Los humanos tenemos la extraña manía de hacernos preguntas. Muchas. Todos los días. Pero a veces, por más que lo intentemos y aunque no nos guste admitirlo, no solo no encontramos las respuestas, sino que ni tan siquiera sabemos dónde ir a buscarlas. ¿O es que nunca os habéis preguntado si os puede caer un rayo y vivir para contarlo?
Pero la pregunta decisiva es esta: ¿dónde están las respuestas? Pues en la ciencia, ¿dónde si no? El problema es que la ciencia a veces se convierte en algo oscuro e ininteligible, y por mucho que googleemos nuestras dudas, no hay quien entienda los resultados. Tranquilos, tenemos la solución.
Jordi Pereyra, autor del blog y canal de YouTube «Ciencia de Sofá», presenta en Respuestas sorprendentes a preguntas cotidianas una selección de 25 curiosidades del día a día que solo la ciencia puede explicar. Porque no podemos permitir que ninguna pregunta quede sin respuesta.