Mentimos hasta con el silencio. La mentira es la mejor expresión del desarrollo cognitivo del hombre.
No es mi interés hacer una apología a la mentira ni un panegírico a la verdad. La vida social es insostenible sin la mentira, como lo es la vida selvática sin las garras, sin dientes y sin caparazón. La sociedad no está preparada para sustentar su existencia solo en el imperio de la verdad. La lucha por la verdad no es una lucha por el apego y respeto a la realidad, sino que es una batalla por el poder, la sobrevivencia y el placer.
La capacidad humana más elevada no está en condiciones de representar la realidad con todas sus propiedades. El lenguaje no tiene como función principal solo describir la realidad, sino que también fabricarla. La palabra más allá del uso simbólico para la comunicación, es un instrumento para hacer catarsis...
Estamos, permanentemente, confundiendo el proceso simbólico para representar el mundo con las propias fantasías. Pero, para ser creíbles tenemos que creer en nuestras propias mentiras. La gran estrategia de la mentira está en mentir respecto a que mentimos.
Comúnmente investigamos para comprobar nuestras hipótesis, escasamente buscamos informaciones que refuten nuestras creencias. Pocos hombres aceptan sin regatear verdades alejadas de sus creencias.
El hombre prefiere una ilusión jocosa a una verdad molestosa. Las ilusiones son refugios mentales en donde nos escondemos de realidades amargas.
La mentira no es mala si se usa para el bien; la verdad no se puede defender cuando su propósito es destruir. La sinceridad Suele confundirse con la crueldad
En esta época que estamos viviendo de posverdad, en la que priman las noticias falsas y la desinformación, mentir es ya una práctica habitual, y la verdad y su búsqueda han perdido su valor. No obstante, las mentiras no son una novedad: nos han acompañado a lo largo de la historia y siempre han formado parte de nuestras vidas y nuestras conductas.
Aprendemos a mentir desde la más tierna infancia y, aunque todos hemos contado alguna mentira piadosa, lo importante es identificar las mentiras más peligrosas. Por suerte, con el tiempo se han ido actualizando las técnicas y herramientas para detectarlas: las imágenes neuronales y la inteligencia artificial, entre otras, nos ayudan a aplicar una perspectiva cognitiva, a detectar las señales no verbales y a encontrar las pruebas que se escapan a simple vista.
Una herramienta extraordinaria para comprender y gestionar los rasgos y los trastornos de la personalidad de cualquier individuo (incluido uno mismo).
La personalidad es aquello que nos hace humanos. Los animales tienen brío, docilidad, fiereza, pero no poseen personalidad. Los humanos tenemos un todo que nos caracteriza y que se convierte en nuestro rostro ante los demás, con el que gustamos o con el que asustamos. Necesitamos conocer la personalidad de los que nos rodean, porque a veces no tenemos claro lo que vemos. Incluso a veces nos sentimos atraídos por alguna persona aunque no nos gusta lo que vemos. Y a menudo nos observamos a nosotros mismos y no nos reconocemos.
La personalidad es la tendencia a ser de una manera, pero no es lo que somos. No podemos convertirla en una etiqueta para clasificar o para elegir a las personas. Todas las personalidades crecen y maduran, excepto los denominados trastornos de la personalidad, que son rígidos e inmutables y solo es posible cambiarlos con un buen tratamiento. Este libro puede ser de enorme utilidad para manejarnos con las personalidades de aquellos que nos rodean. Y con la nuestra también.
«CUANDO ERA PEQUEÑO, NI SIQUIERA SABÍA QUE ERA UN NIÑO CON NECESIDADES ESPECIALES».
¿Qué significa tener autismo? ¿Cómo podemos saber lo que piensa y siente una persona con autismo, especialmente un niño? ¿Por qué hablan de un modo tan peculiar? ¿Por qué repiten las mismas preguntas una y otra vez? ¿Prefieren estar solos? ¿Por qué saltan?
Naok Higashida es autista y, hoy en día, uno de los divulgadores sobre autismo más relevantes a nivel internacional, pero escribió este texto cuando apenas había cumplido los trece años. Las historias y respuestas que aquí nos ofrece sirven de entrada a un mundo incomprensible para la mayoría de nosotros, y son al tiempo un canto a la vida que nos conmueve. El optimismo, la alegría de vivir y un estilo sencillo y accesible lo convierten en una obra de referencia.
«En el interior de la mente de un niño autista y aparentemente impotente, hay una mente tan curiosa, sutil y compleja como la tuya, como la mía, como la de cualquiera».
David Mitchell
En la década de 1980 del siglo pasado, surgió un amplio movimiento profesional y sociocultural denominado “Reforma Psiquiátrica”, orientado a dignificar y mejorar el tratamiento de los sujetos con trastornos mentales, y a incluirlos dentro de los cuidados sanitarios para aliviar su sufrimiento. Sin embargo, en los últimos años, pareciera que estos objetivos no se lograron tal como esperaba o incluso, en algunos ámbitos se estancaron.
En este libro, Jorge Tizón presenta el estado actual de esa reforma y de la atención a los problemas psicopatológicos de la población en nuestras sociedades. Analiza qué permanece hoy del movimiento y qué puede proyectarse en el futuro, en qué campos o ámbitos se han logrado avances significativos y en cuáles no, y hasta qué punto hay que cambiar de vías y objetivos. Se trata de una propuesta para la discusión del pasado reciente y del futuro de los cuidados en la salud mental. Una discusión que debe enmarcarse, en primer lugar, dentro del conflicto entre los tres modelos de atención hoy en día visibles en nuestro sistema: la psiquiatría neoliberal o biocomercial, la psiquiatría de beneficencia (o psiquiatría para pobres) y los cuidados comunitaristas de la “salud mental”, y en segundo lugar, dentro del contexto de la triple crisis que hoy afecta a nuestras sociedades: la ecológica, la social y la de los sistemas de cuidados.
Estamos acostumbrados a pensar en la soledad como algo que tiene dos caras: por un lado, el sufrimiento y el malestar del animal social abandonado a si mismo Á\mucho mas insoportable en nuestra sociedad hiperconectadaÁ\ y, por el otro, la condicion privilegiada para conseguir la elevacion espiritual, la felicidad de la creacion artistica o el destello de la genialidad del inventor o del cientifico. Lo cierto es que esta soledad que duele esta presente en todos los trastornos psiquicos y de conducta,de los que puede ser causa, efecto o manifestacion.