Año 2033. Tras una guerra nuclear devastadora, amplias zonas del mundo han quedado sepultadas bajo escombros y cenizas debido a la radiación. También Moscú se ha transformado en una ciudad fantasma. Los supervivientes se han refugiado bajo tierra, en la red del metro. En cada una de las estaciones, convertidas en pequeñas ciudades Estado, sus habitantes se agrupan en torno a las más diversas ideologías, religiones o movidos por un único objetivo: impedir una invasión de las criaturas mutantes del exterior.
Artyom, un joven soldado, será elegido para penetrar en el corazón del Metro hasta la legendaria Polis y alertar a todos del peligro que acecha a la estación de la que procede, la VDNKh, y a toda la red metropolitana. De él dependerá el futuro de su hogar, del Metro y puede que de toda la humanidad.
Año 2034. Moscú se ha transformado en una ciudad fantasma. Los supervivientes se han refugiado en las profundidades de la red de metro y han creado allí una nueva civilización que no se parece en nada a las anteriores...
La estación Sevastopolskaya lleva varias semanas incomunicada. En ella aparece un misterioso brigadier, Hunter, que toma la responsabilidad de luchar contra un enigmático peligro que amenaza a toda la red de metro y emprende una arriesgada expedición por el sistema de túneles. Le acompañará Homero, un hombre viejo y experimentado que conoce como nadie la red de metro y sus leyendas, y que cree que su misión vital consiste en poner por escrito la historia del mundo subterráneo. Más adelante conocerán a Sasha, una joven de diecisiete años. Homero está convencido de que el héroe y la muchacha podrían ser los protagonistas ideales de su epopeya, pero antes tendrá que protegerlos de incesantes peligros.
Gideon Cross apareció en mi vida como un rayo en la oscuridad… Era guapo y brillante, imprevisible y sensual. Me atraía como nadie ni nada lo había hecho nunca.»
Una novela de alto voltaje, provocativa y apasionada que no podrás soltar desde la primera a la última página.