Hijas de matrimonios mixtos, Tracey y la narradora se conocen desde la infancia, son amigas íntimas y comparten el sueño de llegar a ser algún día bailarinas. Sin embargo, su entorno familiar tiende a separarlas: el padre de Tracey está en prisión y su madre la colma de regalos y caprichos, mientras que en casa de la narradora se valoran el esfuerzo y la superación personales, urgida por una madre estricta y solícita. Así pues, a medida que las dos chicas emprenden sus propios caminos, las sutiles diferencias de clase y raza van minando todos los vínculos de confianza y lealtad forjados en la niñez.
En medio de las gélidas estepas mongolas, la inspectora Oyun, ayudante del comisario Yeruldelgger, se topa con una escena difícil de interpretar: un jinete y su caballo yacen aplastados bajo el lomo de una hembra de yak que parece haber caído del cielo. La misma sorpresa experimenta su jefe cuando, en un desfiladero del macizo del Otgontenger, se descubre el cadáver de un hombre que sólo puede haber acabado ahí... precipitándose desde las alturas. Y para cerrar el círculo de hechos insólitos, el mismo comisario es detenido como sospechoso del asesinato de Colette, una amiga prostituta a la que había ayudado a rehacer su vida. Sumido en la perplejidad y temiendo ser víctima de una trampa, Yeruldelgger acomete una investigación clandestina que generará tensiones con su equipo, reabrirá viejas heridas con su hija Saraa y provocará la intervención de los maestros shaolin del séptimo monasterio en el que fue criado. Pero la situación da un vuelco completo con el hallazgo de los cuerpos sin vida de un grupo de niños dentro de un contenedor en el puerto de El Havre. Pese a los miles de kilómetros que separan Mongolia de Francia, las pistas acabarán por cruzarse para destapar un caso de corrupción y abusos a todos los niveles que afecta a las más altas esferas de diversos países, desde Europa hasta Asia.
Tras la carta de presentación que supuso Yeruldelgger. Muertos en la estepa, Ian Manook regresa a Mongolia y a su carismático comisario. País de fuertes contrastes, donde las tradiciones ancestrales y la espiritualidad conviven con la mafia y el crimen organizado, Mongolia vuelve a ser protagonista de esta vibrante novela que, con personajes de marcado carácter y escenarios sobrecogedores, consolida a su autor como una de las voces más originales y sugerentes del noir en los últimos años.
«El ruido de las olas. Los botes meciéndose a lo lejos. El mar es una cosa seria».
Mediados del siglo . En el norte de Chile, un niño aprende a nadar en las aguas del río Loa junto a sus amigos. Posee una destreza y una resistencia respiratoria inusuales que lo llevan a convertirse en buzo pescador en una pequeña caleta, donde comparte faenas con los boteros y aprende a sortear las dificultades del oficio y las inclemencias de la naturaleza, y también a hacer vida de familia. Con el tiempo, se lanzará a competir en torneos de caza submarina y a lucirse en un mundial de la disciplina que se organiza en el país. Todo esto mientras, a lo lejos, se dejan sentir las agitaciones sociales que traerían los años sesenta y setenta.
Tras haber desarrollado una exitosa carrera, Chungungo Martínez –tal es el nombre del protagonista de Tierra de campeones, la tercera novela de Diego Zúñiga– se enfrenta a un descubrimiento que marcará el resto de sus días y lo conducirá a una especie de desértica temporada en el infierno, una deriva tan inesperada como perturbadora.
Un delito menor durante uno de sus servicios ha enviado al superintendente de la policía de Copenhague Martin Juncker a una estancia forzada en la pequeña ciudad provincial de Sandsted. Junto con un aprendiz de policía y un joven sargento de policía, se le encarga la tarea de enfrentar los desafíos de un centro de asilo cercano, al mismo tiempo que tiene que cuidar a su anciano padre demente, con el que siempre ha tenido una relación complicada.
Cuando una atentado terrorista con bomba golpea un mercado navideño en el centro de Copenhague, y Juncker no puede participar en la investigación, se siente completamente fuera de combate. Su ex pareja Signe Kristiansen no. Ella comienza a buscar a los perpetradores, mientras lucha con el temor de que su hermana esté entre los muertos. La investigación termina muy rápidamente en un callejón sin salida. Sin embargo, Signe recibe un consejo que lleva la investigación a un lugar que no había imaginado ni en sus fantasías más salvajes.
Mientras tanto, para gran asombro de Juncker, un caso de asesinato aterriza en su escritorio: un hombre ha sido asesinado, golpeado con una tubería de metal, y su esposa ha desaparecido. Aparentemente, el asesinato parece un asalto violento común, pero cuando descubren que la víctima tenía conexiones con grupos neonazis, el caso adquiere una dimensión distinta.
Francisco Brines es sin duda uno de los nombres más imprescindibles para entender y gustar la poesía española del siglo XX, un siglo que ha sido, ante todo en su mitad primera, de excepcional calidad y riqueza. Es la suya una poesía de clara raíz metafísica en la que se plantean todas las grandes preguntas que atañen a la condición humana. Poesía plena de sensorialidad y sensualidad, poesía afirmativa, felizmente enraizada en el cuerpo y la tierra nativa, exaltadora de la vida en todas sus intensidades, pero a la vez, poesía hondamente habitada por el tiempo, por la conciencia del tiempo, puesto que existimos y nos afirmamos «entre dos nadas».
Segunda obra autobiográfica de Sándor Márai tras Confesiones de un burgués, éste es el libro más íntimo y desgarrador de todos los escritos por el gran autor húngaro.