William Faulkner, galardonado con el premio Nobel de Literatura de 1949, es uno de los escritores más aclamados e influyentes de la literatura norteamericana del siglo pasado. Su obra transita los caminos más complejos con maestría técnica y un avasallador talento narrativo, capaz de generar un universo en torno al pequeño y apócrifo condado de Yoknapatawpha, trasunto de su Mississippi natal, a través de la combinación de un profundo desarrollo de los personajes y de un innovador repertorio de recursos expresivos que alcanza su cima en "¡Absalón, Absalón!" Hoy nadie pone en duda que "¡Absalón, Absalón!" es una obra maestra y una novela clave en la literatura universal.
"El zoo de cristal" es una declaración de intenciones. El teatro no puede ni debe ser una sucesión de diálogos y acotaciones. Una pieza dramática es la obra de arte más completa, pues en ella intervienen los más variados lenguajes. La pieza, más allá de valoraciones caducas, es un prodigio de teatro plástico. Por su parte, "Un tranvía llamado Deseo" es un clásico de la dramaturgia occidental. Como todo clásico, nunca ha tenido más vigencia que en estos momentos. Cuando Blanche le pide a su hermana Stella que no se quede atrás con las bestias y afirma que Stanley no puede ser la "solución", habla en nombre de una humanidad asediada por la brutalidad, la intolerancia, los atavismos y la mediocridad más ramplona; es decir, habla en nombre de todos nosotros.
"Los días felices" es una pieza clave en el teatro de Beckett, que, continuando el proceso de depuración escénica de sus obras precedentes, presenta también características fundamentales de sus piezas posteriores. Winnie, torturada por una luz cegadora y semienterrada en un montículo calcinado, se arropa en un ritual de gestos cotidianos y encuentra siempre motivos, por insignificantes que éstos sean, para considerar sus días felices.
Seis mujeres, vecinas de un mismo bloque, están a la espera de algo. Cada una aguarda cosas distintas, pero para todas se trata de una espera relacionada con lo sentimental. En el 1.° B vive desde hace dos semanas Amelia, una periodista de veintinueve años con trabajo y pareja. Su vida da un giro radical cuando la despiden y su novio decide irse a trabajar una temporada a Washington. En plena crisis vital, Amelia conoce a sus nuevas vecinas. Juntas ponen en marcha una tertulia de radio en la azotea del edificio para contarse su día a día al tiempo que intentan ayudar a Agustina, la mayor de todas ellas, a recuperar su casa de toda la vida.
Tres adolescentes embarazadas.
Las tres se llaman María y son vírgenes.
Un milagro amenaza el futuro de la Iglesia católica.
Un thriller conspirativo y trepidante del autor de La biblioteca de los muertos.
El profesor y arqueólogo Cal Donovan se dirige a Islandia para pasar unas vacaciones con su última novia cuando recibe una llamada del Vaticano. El papa Celestino IV quiere que investigue la extraordinaria aparición de tres jóvenes vírgenes, embarazadas, llamadas María. ¿Se trata de un milagro, como clama el sector más conservador del Vaticano, o existe una explicación científica? ¿Es posible que las tres estén gestando al hijo de Dios? ¿Podría este aparente milagro causar el colapso de la Iglesia católica?
En el último volumen de Pies descalzos descubrimos a un Gen más maduro y fuerte. Con él compartimos algunas alegrías: recupera a su hermano Koiji; descubre que su gran pasión es la pintura; los éxitos compartidos con los diseños de Natsue y Katsuko; o cuando descubre el amor junto a Mitsuko. No obstante, también sufriremos con él cuando sienta impotencia ante la guerra contra Corea y la amenaza por parte del ejército estadounidense; cuando pierda su casa, el hogar de sus padres y lo último que le queda de su familia; o cuando empiece a ser consciente de que la bomba todavía sigue cobrándose vidas. Desde el día de la tragedia han aumentado los casos de cáncer y otras enfermedades terminales, y todo apunta a que la siguiente víctima será Natsue.