A finales del siglo XVlII,la joven criolla Antonia de Salis vive con su prima Teresa en Rusia. Allí reciben la visita de un fascinante militar hispanoamericano, Francisco de Miranda, precursor de la independencia que agita a las colonias, que está de visita en Rusia para tejer una alianza con Potemkin. Antonia cae seducida ante un personaje tan idealista como ardiente, con fama de donjuán y magnífico contador de historias ante las damas. Tanto que, tras algunos encuentros furtivos, decide seguirlo hasta San Petersburgo, donde Francisco de Miranda es perseguido, sin saberlo, por un diplomático español empeñado en capturarlo. Treinta años después, en la cárcel de La Carraca en Cádiz (los hechos están rigurosamente documentados), un general Miranda enfermo y vencido recibe las visitas y los cuidados de una enigmática mujer que tiene muy presentes las aventuras de Crimea y de San Petersburgo.
Celia y Fernando deciden emprender un crucero por el Caribe en un intento de recobrar una intimidad diezmada por la rutina matrimonial. El viaje por las islas se inicia al ritmo dulzón de los boleros. Y, poco a poco, el lector va remontándose en el pasado aparentemente anodino y recatado de los protagonistas, hasta llegar a esa otra vida, infinitamente más rica y sugerente, donde las parejas suelen agazapar apasionados secretos inconfesables, y sobre todo inconfesados.
En el placentero escenario del crucero, Celia y Fernando descubren que esos mismos recuerdos, en contacto con la sensualidad natural del entorno, podrían transformar sus existencias de un modo inesperado.
Con la misteriosa desaparición de Fanshawe, amigo de la infanciadel narrador de la historia, éste recibe la extraña peticiónde decidir cuál de los manuscritos que Fanshawe escribió a lolargo de los años es merecedor de ser publicado. Mientras sesumerge en la obra de su amigo, irá absorbiendo también sus vivencias.
El Papa ha muerto. El mundo vive una época turbulenta: la amenaza de una guerra total se cierne sobre la humanidad.
Para sorpresa de todos —cincuenta años atrás no se concebía que un pontífice no fuera italiano— un cardenal de origen eslavo es elegido para sucederle, un hombre que ha sufrido en su propia piel la crueldad del régimen que gobierna su país. El nuevo Papa es un hombre enérgico, cálido y cercano, que detesta la pompa y anhela renovar la Iglesia desde dentro. Mientras tanto, al convulso clima político se le añade la posibilidad de una hambruna que afectaría a millones de personas. El Papa tendrá un papel crucial a la hora evitar un enfrentamiento armado de consecuencias imprevisibles.
La gran novela del Vaticano, que anticipó en más de una década la asunción de un papa eslavo.
David Buchanan, miembro de uno de los grupos de presión más influyentes de Washington, emplea métodos sucios para financiar causas tan honorables como la cooperación internacional o la protección del medio ambiente. Robert Thornhill, un alto cargo de la CIA, descubre el juego y empieza a chantajear a Buchanan. También él lucha por lo que considera una causa justa: devolver a la CIA el prestigio que tuvo en otro tiempo. La situación se ha vuelto insostenible desde que el FBI controla cada una de sus acciones. Una tercera persona implicada opina que el asunto ha ido demasiado lejos. Faith Lockhart, mano derecha de Buchanan, se niega a que prosperen los sueños megalómanos de Thornhill y decide confesarlo todo al FBI. A partir de ese momento, su vida tiene un precio.
La Habana, verano de 2003. Han trascurrido catorce años desde que el teniente investigador Mario Conde, desencantado, abandonara la policía. En esos años han ocurrido muchos cambios en Cuba, y también en la vida de Mario Conde. Su inclinación por la literatura y la necesidad de ganarse la vida lo han llevado a dedicarse a la compra y venta de libros de segunda mano. El hallazgo fortuito de una valiosísima biblioteca le coloca al borde de un magnífico negocio, capaz de aliviar sus penurias materiales. Pero, en un libro de esa biblioteca, aparece una hoja de revista en la que una cantante de boleros de los años cincuenta, Violeta del Río, anuncia su retiro en la cumbre de su carrera. Atraído por su belleza, por el misterio de su retiro y el silencio posterior, Mario Conde ?ahora con más años y más cicatrices en la piel y en el corazón? inicia una investigación, sin imaginar que, al seguir el rastro de Violeta del Río, despertará un pasado turbulento que, como la fabulosa biblioteca, ha estado tapiado durante más de cuarenta años.