4 de julio de 1099. Mientras Jerusalén se prepara para la invasión de los cruzados, un griego conocido como el Copta convoca a una reunión con los jóvenes y los viejos, los hombres y las mujeres de la ciudad. El Copta no buscaba unirse a ninguna religión en particular, pero había guardado en su memoria todo lo que había escuchado para poder transmitirlo a las generaciones futuras. "En cuanto a mañana, la armonía se volverá discordia. La alegría será remplazada por el dolor", dijo el Copta. "Ninguno de nosotros puede saber lo que nos reserva el futuro, porque cada día tiene sus buenos y sus malos momentos. Así que olvídense del ejército que espera afuera, y el miedo que acecha dentro. "Hablaremos, por lo tanto, de nuestras vidas diarias, de las dificultades que debemos enfrentar." Y le hicieron preguntas acerca de los verdaderos enemigos, la derrota, la soledad. Le hicieron preguntas con respecto a la lucha, el cambio, la belleza, el camino a seguir.
Todos los días libramos una guerra interior. Son batallas contra las inquietudes, las contradicciones, las dudas y las pérdidas. Pero en cada uno de nosostros vive un guerrero de la luz. Un guerrero de la luz conserva el brillo en los ojos. No siempre es valiente y en ocaciones sufre por cosas inútiles y duda de sí mismo. Sin embargo, por eso precisamente es un guerrero de la luz. Porque se equivoca. Porque aceptas las derrotas. Porque se cuestiona a sí mismo. Porque alimenta la esperanza en medio del cansancio y el desaliento. Porque busca una razón y no se detiene hasta encontrarla.
«Había una vez una prostituta llamada María...» así, comienza la novela que conmovió al mundo. Once minutos es una obra de realismo social y crítico a través del erotismo y el sexo. Reclama la importancia de no negar los instintos que surgen del lado oscuro del deseo. Es la reivindicación de la sexualidad femenina y la exploración del miedo a la entrega total más allá de tus propias barreras. Porque el mundo gira alrededor de algo que dura solamente once minutos.
Santiago, un joven pastor abandona un día su rebaño para ir en pos de una quimera. Cuando una persona desea realmente algo, el universo entero conspiración para que pueda realizar su sueño. Una novela sobre el descubrimiento.
Auster comenzó a escribir La invención de la soledad cuando murió su padre repentinamente. Este es un homenaje a la figura paterna, una reflexión sobre su influencia, sobre el papel de hijo y sobre su propia paternidad. Consta de dos textos: en «Retrato de un hombre invisible», Auster analiza un hecho misterioso del pasado familiar y las consecuencias en el carácter del padre; sobre «El libro de la memoria», Enrique Vila-Matas escribió que es «un bello texto que contiene el germen de toda la obra austeriana». La invención de la soledad es un libro autobiográfico en el mismo tono que su último y exitoso libro Diario de invierno.