Aunque el cenit de la literatura polaca suele estar asociado a sus grandes autores románticos, ya en el siglo XVI Jan Kochanowski (1530-1584) había elevado al más alto nivel literario la lengua del país. Y es que, verdadero humanista y hombre del Renacimiento, Kochanowski desplegó a lo largo de toda su obra una abrumadora erudición filológica, filosófica e histórica que supo combinar perfectamente con una sutilísima expresividad artística. Entre toda su producción, los "Trenos" (1580), un delicado conjunto de elegías dedicado a su hija Úrsula, muerta con solo dos años y medio, brillan con especial intensidad, y es que no habrá en toda la literatura polaca otras voces o sensibilidades que puedan equipararse a su ingenio, calidad expresiva y maestría compositiva hasta que Adam Mickiewicz, ya en el XIX, haga su aparición.
Nanao, conocido como el asesino más desafortunado del gremio, sube a un tren bala de Tokio a Morioka con una sencilla tarea: robar una maleta y bajarse en la siguiente estación. Sin que él lo sepa, el mortífero dúo de sicarios conocidos como Mandarina y Limón también va tras la misma maleta, y ellos no son los únicos pasajeros peligrosos a bordo. Satoshi, el Príncipe, un joven de apenas catorce años pero con la mente de un psicópata despiadado, se encontrará con Kimura, con quien tiene una cuenta pendiente. Cuando los cinco asesinos descubren que viajan todos en el mismo tren, se dan cuenta de que sus misiones están más conectadas de lo que pensaban. ¿Quién saldrá vivo del tren y qué les espera en la última parada?
Los mejores relatos del ganador del Premio Alfaguara de novela
Un circo representa una última función que acaba en tragedia, un periodista busca la historia que jamás podrá permitirse contar, una vaca argentina vislumbra el instante antes de que todo cambie para siempre, varios niños desaparecen en un pueblo alemán, un hombre trata de recrear el momento más feliz de su vida...
Con ecos de Borges, de Bolaño, de Aira, y de escritoras que considera sus maestras, como Flannery O#Connor, Lorrie Moore y Amy Hempel, los relatos de Patricio Pron, perturbadores, rompedores, llenos de humor y toques surrealistas, cautivan desde la primera línea. Este volumen recoge una selección de autor en la que, junto a algunas de sus piezas más celebradas por la crítica, como "Salon des refuses", "Es el realismo", "Las ideas" o "La repetición", se encuentran otras poco conocidas y más de diez ineditas, de escritura muy reciente. Cada una de ellas proporciona una experiencia de lectura deslumbrante y única, la oportunidad de emprender un viaje hacia lo desconocido e inesperado.