Una defensa del nihilismo como filosofía de una vida que merece ser vivida.
En estos tiempos incrédulos y desapegados, proliferan los análisis que advierten sobre el supuestamente horroroso nihilismo que domina y amenaza a nuestra civilización. Pero el filósofo Jesús Zamora Bonilla lo tiene claro: es preferible vivir en esta sociedad nihilista que en cualquiera de los lugares a los que los antinihilistas aspiran a trasladarnos.
El nihilismo no ha tenido prácticamente defensores entre los filósofos más destacados, por lo que es una filosofía un tanto huérfana. La nada nadea viene a rellenar ese hueco, para hacernos ver que la mala fama que tiene esta corriente de pensamiento no está justificada. Porque el nihilismo no es más que la negación de la existencia de valores absolutos y trascendentes (ya vengan dados por un ente sobrenatural, por una razón universal y abstracta, por la naturaleza, o por la sociedad).
Este libro explora, con un tono humorístico, divulgativo y optimista, las dos corrientes filosóficas que más han contribuido al desarrollo histórico del nihilismo: el escepticismo y el positivismo. Y presenta los cuatro pilares fundamentales sobre los que se apoya la concepción nihilista de la existencia: el ateísmo (el rechazo de la fe religiosa), el determinismo (la negación del libre albedrío), el relativismo (la aceptación de que no hay valores morales objetivos y absolutos) y el materialismo (el reconocimiento de que, en el fondo, sólo importa lo material).
Después de la Última Cena, Jesús se dirigió al Huerto de los Olivos de Getsemaní, donde solía orar con sus discípulos. Esa noche fue traicionado por Judas y negado por Pedro. Esa noche Dios guardó silencio. Jesús el hombre estaba solo. Fue detenido por los soldados y se inició su calvario.
La deslealtad de sus dos discípulos tiene matices diferenciales muy relevantes: Judas actúa por venganza y acepta un pago -las treinta monedas- por su felonía; su gesto es el desafío del discípulo al maestro. En cambio, la negación por tres veces de Pedro, el predilecto, está impulsada por el miedo.
Una vez consumada la vileza, cada uno de los dos discípulos reaccionará de forma diferente, arrastrado por la motivación de su gesto: Judas quitándose la vida; Pedro reconociendo su error y la imperfección humana, lo cual hará posible un amor renovado.
La noche de Getsemaní nos habla del Dios ausente, de la soledad del hombre, de la traición y del perdón. Este episodio del Nuevo Testamento esconde lecciones muy relevantes sobre la condición humana, que el autor aborda desde el psicoanálisis.
El sí-mismo ricoeiuriano es un ser que va mucho más allá de su ser mismo; aborda así el ser del otro, de la pluralidad humana y del sentido de vivir-juntos. Precisamente, en su última obra publicada en vida, Ricoeur analiza dicho vínculo en una hermenéutica que nos conduce a la odisea de sí-mismo. Esta obra, por su parte, aporta un diálogo enriquecedor entre la obra de Ricoeur y especialistas de la talla de Marcel Hénaff, Olivier Abel, Richard Kearney, Georges Taylor, Tomás Domingo Moratalla, Pol Vandevelde, Marie-France Begué y Gilbert Vincent. De esta forma, se produce un encuentro intelectual no solo desde la hermenéutica, sino que también desde la fenomenología, la filosofía del lenguaje o el psicoanálisis, entre otros
En las cuatro breves piezas que componen este volumen, entramos en el universo más personal de Jordi Soler. A través de sus páginas, escritas desde la orilla celeste del agua, reflexiona sobre la música y el silencio; traza una cartografía del enamoramiento y sus vasos comunicantes; critica la era tecnológica y la pérdida progresiva de los espacios para la introspección y el pensamiento; reivindica el aquí y el ahora; defiende la mirada activa, el diálogo; evoca lecturas, discos, películas, poemas, piezas de la memoria: historias en el mar de historias. La orilla celeste del agua es, en fin, un valiente alegato contra un devastador modus vivendi anclado en exceso en las nuevas tecnologías y en la hipervelocidad del siglo XXI; una lúcida reivindicación de la realidad que está fuera de los mapas.
Defensora de los derechos de la mujer, de la causa obrera y, muy especialmente, de la necesidad de una reforma penitenciaria que acabara con el hacinamiento y la inseguridad jurídica en la que vivían los presos, Concepción Arenal (1820-1893) es la pensadora más original y lúcida del siglo xix español. A pesar de las limitaciones a las que tuvo que enfrentarse como mujer con una marcada vocación filosófica –en una época todavía muy misógina–, desarrolló un pensamiento que sigue siendo vigente en sus postulados fundamentales. El mayor problema que ofrece su obra, sin embargo, es la dispersión intelectual de sus reflexiones, diseminadas en artículos, ensayos y libros de muy variada naturaleza. Y esta es la razón principal que justifica y motiva la publicación de esta antología.
Elaborado por la prestigiosa profesora Anna Caballé, el volumen, además de ofrecer por primera vez una visión global de los escritos de Concepción Arenal, permite comprender su pasión por el bien, en el que tanto creyó como eje de un progreso social verdadero. La humanidad no va chocando de escollo en escollo, sino venciendo lentamente los obstáculos que se le presentan en su marcha hacia el bien. Este bien no es fácil, pero no es imposible tampoco. He aquí el secreto de su filosofía.
Hannah Arendt fue una pensadora fundamental para afrontar los grandes desafíos del siglo XXI. Arendt abordó todas las grandes cuestiones de su tiempo, incluidos los orígenes de la democracia, la crisis de la autoridad, los fundamentos de la educación y la estética o el problema del mal en la modernidad. Desde sus trabajos de juventud hasta los libros de madurez que la consagraron internacionalmente, toda su obra está sintetizada en esta antología imprescindible.