Un recorrido por el pensamiento económico, centrado en la historia de uno de sus avances más importantes. Explica el surgimiento de lo que ha acabado denominándose la nueva teoría del crecimiento económico. La nueva teoría del crecimiento ayuda a expliar por qué las empresas pioneras como IBM o Microsoft acaban dominado sus sector.
En esta obra, traducida a una docena de lenguas y considerada por muchos un clásico de la literatura económica, Galbraith examina la evolución del dinero y su uso a lo largo de la historia.
El libro traza con ingenio y claridad los episodios más significativos de su historia, desde sus orígenes hasta el nacimiento de la banca y las primeras fiebres especulativas en Europa y Estados Unidos. Asimismo, aborda acontecimientos de suma relevancia como la creación de la Reserva Federal y otros bancos centrales, el crash de 1929, el advenimiento de la economía keynesiana, los dilemas financieros de la época contemporánea y no pocas de las locuras que han marcado el devenir de los asuntos monetarios. Según palabras del propio autor, «hay muchas cosas fascinantes en la historia del dinero. Y hay muchas más que ilustran con elocuencia el comportamiento y la locura de los seres humanos».
Un economista es una persona aparentemente normal, pero su mente se activa cuando entra en un Starbucks. Ahí donde el resto solo ve café, el economista va mucho más allá...
Este singular libro sobre el funcionamiento del mundo desde el punto de vista de un economista se ha convertido en un referente incuestionable. Nos cautiva con una sencilla pregunta: «¿Quién paga tu café?». Pronto nos damos cuenta de que no existen las preguntas sencillas, ya que un café encierra un complejo y gigantesco sistema económico. De esta forma tan casual, Harford nos invita a llevar a cabo una labor detectivesca para intentar resolver algunos de los rompecabezas de nuestra sociedad actual. Aprenderás a pensar más como un economista y menos como un consumidor inocente que se pregunta por qué no se puede comprar un coche de segunda mano decente o qué debería hacer para evitar gastar tanto dinero en un supermercado.
Las consecuencias de la desigualdad son conocidas: altos índices de criminalidad, problemas sanitarios, menores niveles de educación, de cohesión social y de esperanza de vida. Pero ¿cuáles son sus causas, por qué está creciendo con tanta rapidez y cuál es su efecto sobre la economía? El precio de la desigualdad proporciona las esperadas respuestas a estas apremiantes cuestiones en una de las más brillantes contribuciones de un economista al debate público de los últimos años. Una contundente crítica a las ideas del libre mercado y a la dirección que Estados Unidos y muchas otras sociedades han tomado durante los últimos treinta años, demostrando por qué no es solo injusta sino además insensata.
Este clásico de la historiografía económica y social constituye la mejor síntesis histórica que se haya escrito sobre la evolución de la humanidad desde la revolución agrícola hasta nuestros días. Carlo M. Cipolla, profesor de Historia económica en las universidades de Pavía y Berkeley, describe las grandes tendencias que ha seguido la población mundial en su desarrollo demográfico y en su aprovechamiento de los recursos económicos disponibles y analiza, desde una perspectiva globalizadora, los principales problemas a los que actualmente se enfrenta la humanidad: el crecimiento demográfico, la escasez de los recursos energéticos disponibles, la difusión del conocimiento técnico o el papel que ha de desempeñar la educación en las sociedades desarrolladas surgidas de la revolución industrial.
Si Keynes y Hayek estuvieran vivos, ¿cuáles serían sus fórmulas para salir de la crisis?
Cuando la crisis bursátil de 1929 sumió el mundo en un caos, dos economistas salieron a la palestra para defender visiones opuestas sobre cómo restaurar el equilibrio económico y devolver al mundo occidental a la senda del crecimiento.John Maynard Keynes, el economista de Cambridge, argumentaba que el Estado tenía el deber de invertir en gasto público para así reactivar la economía. Contrariamente, el economista de la escuela austríaca, Friedrich Hayek, consideraba que esta solución sería inútil e, incluso, peligrosa.