La historia constitucional española no se reduce a aquellos textos normativos que tuvieron la fortuna de convertirse en la regla de gobierno aplicable. También forman parte de ella los diversos proyectos constitucionales –tanto privados como institucionales– que fueron diseñados con ese mismo objetivo pero que, debido a las más variadas coyunturas, no lo lograron. El presente estudio analiza el origen, contexto, contenido y avatares de casi setenta proyectos constitucionales diseñados en España, muchos de ellos inéditos, explicando por qué no llegaron a triunfar, y qué habría supuesto para la política de ese momento si lo hubieran conseguido.
A su través se ofrece una imagen insospechada de nuestra historia constitucional, mucho más temprana, rica y sorprendente de lo que habitualmente se había planteado. Una historia en la que se delinearon alternativas que luego tardarían más de un siglo en realizarse, y en la que se descubren influencias foráneas antaño desconocidas. Estos proyectos delatan que la historia constitucional española no se limitó –como a menudo se ha concebido– a bascular entre el constitucionalismo progresista y el moderado, sino que fue un crisol de ideas de las que sólo una parte muy reducida llegó a convertirse en auténticas Constituciones.
Sobre todos sus enemigos, Franco desplegó el terror con carácter masivo y sistemático durante la guerra y la larga posguerra. De manera que el terror fue un carácter fundacional del régimen. El franquismo fue un régimen antiliberal y antiobrero que, más allá de la retórica de las denominadas leyes fundamentales, eliminó los derechos políticos, civiles, sociales, económicos y culturales en una sistemática vulneración de los derechos humanos.
Este volumen recoge diversas intervenciones efectuadas en las Jornadas sobre Proceso Constituyente y Cambio Constitucional que tuvieron lugar en Córdoba en noviembre de 2017. En dichas Jornadas, numerosos y destacados académicos, políticos y miembros de la sociedad civil debatieron en profundidad sobre las grandes líneas de fractura que conforman la crisis del Estado español contemporáneo: la crisis de la UE, la creciente brecha social (de clase, generacional, de género), la corrupción y la cuestión territorial. La necesidad de un cambio en la Constitución española es tan evidente que no es preciso insistir en ello. Menos extendida está la idea de que no basta un simple parche, una modificación que nos saque de momento de los atolladeros en que los que la sociedad y el Estado parecen estar encallados. Porque lo que demanda el espíritu de nuestra época es pura y simplemente el inicio de un proceso constituyente que recoja el impulso de una nueva sociedad que se abre paso, y que descanse en un nuevo concepto de igualdad que conlleve como elementos fundamentales el republicanismo y el feminismo.
(Basado en la Tercera Edición Oficial (Impresa en ONAP); Y revisado con la Segunda Edición Oficial (Impresa en 1901) y la Edición Impresa por la Suprema Corte de Justicia)