Peldaños Hacia la Fe tiene un contenido muy especial pues, cuando venimos a los pies del Señor, es como subir un peldaño cada día. El primer peldaño que escalamos hacia la fe es aceptar que Jesús es hijo de Dios y que vino a la tierra a morir por cada uno de nosotros. Debemos reconocer que hemos vivido una vida de pecado pero que ahora estamos dispuestos a seguir a Cristo por completo a través de nuestro arrepentimiento y conversión hacia él.
Pildoritas para el alma es una vida narrada en forma de testimonio y en ese
sentido es una invitación a experimentar la gracia y el poder de Dios en cada
instante de nuestra vida. Es una degustación de lo que podemos llegar a
saborear cuando somos capaces de poner nuestra confianza en el Creador y
decidirnos por una vida pegada a Cristo, en donde estemos conectados
minuto a minuto, segundo a segundo, dependiendo en cada paso del poder
de su gracia y su cuidado.
Pildoritas para el alma, es un conjunto de reflexiones que nos hablan de
momentos de sublime experiencia con el Padre Celestial y está dirigido al
alma angustiada, como también para los corazones desvalidos y para aquellos
que atraviesan por etapas de falta de fe. Es un bálsamo que trae aliento al
alma, es una voz que nos dice: sí, Dios todavía hace milagros, aún en medio
del desierto y la aridez espiritual de estos tiempos.
Es una catarsis fruto de pasar tiempo en Su presencia. Es el testimonio
oportuno para una generación en crisis, que a su vez lleva un curso en el que
la prisa, lo banal y mediático se encargan de generar confusión y destruir, lo
cual se convierte en evidencia de que dicha generación necesita con suma
urgencia volver sus ojos a Dios, el dador de la vida, nuestra única esperanza,
y en tal sentido reconocer que Él es el único que puede calmar nuestros miedos
y ansiedades y darnos paz, no como el mundo la da, sino la paz verdadera
que es la que realmente nos traerá seguridad y pleno sosiego frente al caos y
la desesperanza.
Supera tus luchas. Realiza tus anhelos más profundos. Toda tu vida te espera.
Hoy en día, muchas personas luchan con niveles de ansiedad, dolor, duda, culpa y vergüenza sin precedentes. Los profesionales de la medicina y la salud mental confirman que gran parte de la disfunción y la desconexión que experimentamos en la vida proviene de heridas relacionales y emocionales no resueltas. Estas heridas nos dejan con anhelos dados por Dios insatisfechos que tratamos de satisfacer mediante comportamientos y relaciones poco saludables. Sin embargo, nuestras luchas no son aleatorias; son señales que, cuando se atienden, pueden allanar nuestro camino hacia una vida próspera.
El exitoso autor y pastor, Miguel Núñez, procura traer entendimiento acerca de la lucha entre los deseos de la carne y los deseos del Espíritu, descrita por Pablo en Gálatas 5:17.
El cristiano vive en medio de una batalla espiritual de tal magnitud que muchas veces su vida luce como si aún no hubiese conocido a Cristo, a pesar de vivir continuamente deseando una vida que agrade al Señor. En su empeño por lograr esto, el creyente prueba múltiples caminos, todos los cuales terminan en fracaso o desaliento. Al principio, el cristiano subestima la intensidad de la lucha y, por consiguiente, hace intentos de obtener la victoria conforme a su propia sabiduría, no sabiendo que sus esfuerzos, aunque bien intencionados, están siendo hechos en la carne y, por tanto, carecen del poder para lograrlo.
Por el poder del Espíritu, procura traer entendimiento acerca de la lucha entre los deseos de la carne y los deseos del Espíritu, descrita por Pablo en Gálatas 5:17. Núñez nos muestra bíblicamente cómo la mejor estrategia para lograr terminar bien es rindiendo nuestras vidas al Espíritu de Dios para que Él desarrolle el fruto del Espíritu en nosotros y así vivir bajo Su control. Esto explica por qué Cristo dijo: “Mi yugo es fácil y mi carga ligera”, que no parece ser la manera como la mayoría de los cristianos caracterizarían la vida cristiana.
Convierte tu dolor y tus fracasos en combustible para el éxito. Rompe ahora mismo con esos conceptos que te tienen atado. ¡Levántate! Redefine el concepto de fracaso y conviértelo en el trampolín que te permitirá dar un salto de victoria. ¿Por qué estás donde estás? explora cuatro grandes áreas para convertir el fracaso en tu aliado: Tu pasado no define tu futuro en lo más mínimo. Desde ahora mira hacia adelante. Reinterpreta tus errores. Entra en acción para tener una mejor vida. Derriba hoy tu antigua versión, destruye lo que no te funciona y construye un campeón invencible.