¿Por qué las nubes más abundantes en los cuadros son las típicas de algodón? ¿Han tenido alguna influencia las erupciones volcánicas en las pinturas de Turner, Van Gogh o Munch? ¿Qué secretos encierran los llamativos cielos velazqueños? ¿Cómo han pintado el viento los grandes maestros a lo largo de la historia? ¿Son las pinturas una fuente de información climática? La respuesta a estas y otras muchas cuestiones las encontrará en Los cielos retratados, un original y sugerente recorrido por la pintura universal, con la meteorología como hilo conductor.
Un libro sobre aquellos a los que les mueve el mismo deseo: sobrevivir a la muerte.
Hace años, a orillas del lago Baikal, en Siberia, una mujer leyó la mano del periodista y fotógrafo italiano Alberto Giuliani. Un par de años después, un brahmán de la ciudad sagrada de Vrindavan, en la India, vio su futuro. Ambos coincidieron en que tenía una vida alegre por delante, y en que sufriría una muerte prematura y violenta
Años más tarde, la cercanía de aquella profecía impulsa a Giuliani a iniciar un viaje en búsqueda del futuro de la humanidad y, de paso, del suyo propio. Durante dicha travesía conocerá a un grupo de astronautas de la NASA que se entrena para vivir en Marte y a los encargados de congelar a personas con la esperanza de despertar en un nuevo mundo. Vivirá un tiempo junto a los guardianes del clima en el Polo Norte, se entrevistará con los padres de la robótica japonesa, hablará con científicos que están construyendo un sol artificial más poderoso que el natural y conocerá a políticos que planean encerrarse en un búnker para salvar la biodiversidad.
Lulu Miller, periodista científica, atraviesa una profunda crisis cuando descubre una historia que cambia su manera de ver el mundo: la de David Starr Jordan, el biólogo marino más importante del siglo XIX, que resultó ser un ejemplo de perseverancia y tenacidad ante los reveses de la vida.
La investigación sobre Jordan lleva a la autora a reconsiderar las imposiciones sociales y las etiquetas que nos sujetan a una concepción de nosotros mis-mos que nos limita. Una de sus reflexiones surge al constatar que la categoría peces, aplicada a tantos seres marinos, es errónea, y que utilizarla es tan absurdo como decir que todos los seres que viven en la montaña son cabras.
Historias humanas y hallazgos científicos que dan una visión completa del complejo mundo químico que atesoran las plantas.
No existe nada tan falaz como la mansedumbre de una planta. Acostumbrados a su liviana y silenciosa compañía, narcotizados por los colores y los aromas que gritan sus flores, en pocas ocasiones somos conscientes de que estamos ante los más expertos alquimistas de la naturaleza. El mundo vegetal oculta prodigiosas sustancias que pueden mitigar el dolor y el sufrimiento humano, capaces de curar enfermedades y, a la vez, arrancarnos la vida en un suspiro. Una planta puso fin a la existencia del mejor de los hombres; otra acompañó a Marco Aurelio durante sus largas meditaciones; y Freud creyó encontrar una sustancia milagrosa en la misma planta que a muchos otros ha conducido a la muerte.
Aunque muchos lo ignoren, una parte sustancial de los pilares que sustentan la civilización actual se nutre de la física cuántica, junto a la relatividad una de las dos grandes revoluciones científicas que cambiaron nuestra comprensión del mundo durante la primera mitad del siglo XX.
Es el cuántico un mundo regido por leyes que parecen violar las leyes del sentido común, como expresó con una ironía no exenta de angustia Albert Einstein cuando ante el carácter probabilístico de la nueva física cuántica manifestó en 1926: «Estoy convencido de que Dios no juega a los dados».
Sin embargo, en esta ocasión el genial físico se equivocó: en sus niveles más íntimos, el mundo sigue pautas de comportamiento probabilístico. Y no sólo eso, existen otras propiedades que violan completamente las leyes que Newton estableció en 1687 y que gobernaron la física durante más de dos siglos: así, tenemos que se crean y aniquilan partículas y que no podemos conocer con absoluta precisión, al mismo tiempo, parejas de variables como la posición y la velocidad de una partícula. Dirigida e introducida por Stephen Hawking, el científico más célebre del pasado reciente, Los sueños de los que está hecha la materia reúne las obras esenciales de la física cuántica; textos que provocaron un cambio de paradigma que revolucionó la física para siempre, cambiando nuestra comprensión del universo a un nivel totalmente nuevo. Reunidos en esta antología están los trabajos de la élite cuántica, entre otros: Max Planck, Niels Bohr, Werner Heisenberg, Max Born, Erwin Schrödinger, Paul Dirac, J. Robert Oppenheimer y Richard Feynman.
Un viaje por las constelaciones para conocer los progresos de los grandes astrónomos del pasado, las interpretaciones más o menos fantasiosas de los fenómenos celestes y el avance del conocimiento del universo a través de quienes convirtieron su estudio en su razón de vivir.
Revela la fusión excepcional que se produjo en muchos casos entre el arte y el conocimiento científico plasmada en mapas que son verdaderas obras maestras del ingenio y que, todavía hoy, siglos después de su confección, consiguen transmitir el extraordinario mensaje para el que fueron concebidos.
Acompañado de espléndidas imágenes de los mapas celestes más celebrados, más raros y más fascinantes que se han creado desde el siglo xvi hasta el xix.