Fernando de Lapi podría haber formado parte de la Generación del 27. Tan solo necesitaba un poco más de suerte, un poco más de osadía y, quizá un poco más de talento como poeta. Ahora, en el gris Madrid de la posguerra, se refugia en la seguridad de su cargo en el Banco de España y, sobre todo, en el amor de María Luisa, su esposa y confidente. Fernando tiene un apasionante pasado personal que contarle, con sus contactos con Unamuno, Jorge Guillén, Picasso, Gerardo Diego, García Lorca, Gómez de la Serna y un largo etcétera. Pero también, mientras desgrana sus memorias, se convierte en el excelente cronista de la historia de la España reciente, que va transcribiendo su mujer, mientras el matrimonio va entrando en una fase de intimidad.
La autobiografía apasionada, certera y llena de humor de una figura imprescindible del teatro, el cine y la televisión.
Tan lejos, tan cerca perfila con irresistible ironía la trayectoria profesional de una figura capital de la escena española en sus múltiples facetas de actor, guionista, dramaturgo y director, sin olvidar su labor como escritor y articulista ni sus múltiples e inolvidables trabajos televisivos durante los años setenta y ochenta del pasado siglo. Los ajetreos personales y sentimentales del autor, narrados sin ira ni complacencia, las glorias y sinsabores de la profesión, las ilusiones y frustraciones, la pasión por actuar, aparecen en estas páginas con el trasfondo de unos años —la posguerra, la dictadura, la Transición y los inicios de la democracia— cruciales para el país. Adolfo Marsillach se reveló en estas páginas como un soberbio memorialista y el libro mereció en 1998 el Premio Comillas de Historia, Biografía y Memorias.
Apasionada e impetuosa, la personalidad de Tina fue única. Nacida en Italia a finales del siglo XIX, y tras un breve paso por Hollywood, donde trabajó como actriz, llegó a México en plena efervescencia cultural de los años veinte.
Fue compañera en las reflexiones artísticas y políticas de los intelectuales y creadores de la época —Edward Weston, Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros o Frida Kahlo, sólo por citar algunos— y acá encontraría el coraje y la inspiración necesarios para descubrir en la fotografía el medio idóneo con el que mostrar su indignación y compromiso por las injusticias sociales.
Pero más fuertes que su carácter e incluso su obra fueron sus fervientes ideales anti-fascistas, que mantuvo firmes hasta su trágica muerte, cuya causa real sigue siendo un misterio.
En la noche del 27 al 28 de octubre de 1910, Tolstói, de ochenta y dos años, abandona a su esposa e hijos y parte de incógnito en un vagón de tren de segunda clase. Desafortunadamente una enfermedad obligará al gigante de las letras rusas a detenerse en la pequeña estación de Astapovo, un diminuto pueblo perdido en el inmenso imperio ruso que en pocas horas se convertirá en el centro del mundo. Bajo la atenta mirada de las fuerzas policiales (preocupadas de que la muerte del "amigo del pueblo" pueda ser un pretexto para el desorden) y la mirada "maternal" de la Iglesia ortodoxa (que no pierde la esperanza de ver regresar al gran excomulgado a ella), a Astapovo acudirán periodistas, fotógrafos y camarógrafos, así como amigos, discípulos y familiares de Tolstói. Durante seis días -seis días que mantienen al mundo en vilo- la prensa dará a conocer los más mínimos detalles de la historia: por primera vez un hecho privado pasa a convertirse en un acontecimiento público.
Este libro no es un ensayo al uso, tampoco un libro de viajes, aunque tenga mucho de ambos. Es un recorrido emocional por los territorios reales y ficticios de una de las escritoras británicas más admiradas. Con multitud de lectoras, Jane Austen sigue siendo un referente de la novela de sentimientos y de la literatura femenina de superación y empoderamiento. Austen es también un modelo en cuanto a construcción literaria e integración de vida y obra.
Jane Austen agrada a quienes deseen una bonita historia de amor y a quienes quieran encontrar un mensaje de valor e independencia. Como todos los clásicos, nos ofrece un espejo deslumbrante de nuestra esencia, pero, a diferencia de otros autores, lo hace con tal habilidad que parece cotidiano. Con ternura y admiración, Espido Freire recorre los paisajes y lugares que marcaron la vida de la escritora, sin ocultar sus contradicciones. La autora británica que normalmente se asocia con el puritanismo y la imagen de una solterona compulsiva se desvela en estas páginas como una gran amante: una mujer en muchos momentos apasionada y revolucionaria. Sin duda, una obra más que necesaria en los tiempos actuales.