El barrio se ha gentrificado y cada vez existen más cafés de especialidad y menos campos de fútbol.
Santy, Peluca, Adil y Parseiro, más conocidos como los PBTS, empiezan a preocuparse porque ya casi no quedan campos en los que poder hacer sus retos más locos.
Pero hay uno que todavía resiste. El campo más grande, impresionante y codiciado por todos los chavales... ¡EL CAMPO SUPREMO!