Olvídate de las verrugas y de los calderos, una nueva generación de brujas está emergiendo y lo hace para quedarse.
Las brujas modernas mezclan lo mejor de tiempos pasados con las tendencias actuales, lo antiguo y lo nuevo. Compran en la tienda cercana a su casa, trabajan de nueve a cinco (o más) y enseñan en nuestros colegios y universidades. Pero también llevan turmalina negra y cuarzo, y colocan manojos de laurel y romero sobre las puertas de su casa para dejar entrar solo a la alegría y la buena suerte, alejando a las malas influencias.