Emily ha dejado a Ally y, de repente, se ha quedado sin novia, sin casa, sin amigos y sin trabajo..., aunque todavía tiene a Malcolm, el gato de Emily. Solo que, técnicamente, lo ha secuestrado.
Ally llega a la casa de su padre decidida a esconderse del mundo, pero no es la única que ha regresado a Sheffield. Jeremy, el que fue su mejor amigo de pequeña, también ha vuelto porque un chico le ha roto el corazón.
En un intento desesperado por impresionar a sus respectivas exparejas, Ally y Jeremy se inscriben en una media maratón local. Para entrenar cuentan con la ayuda de Jo, una guapísima runner que tal vez les ayude a lograr lo que quieren, aunque no de la forma que ellos esperan.