«Después de perderlo todo
y de obligarnos a curar
nuestras heridas más profundas,
sanaremos cuando seamos capaces
de hablar sobre todo lo que nos duele.
Yo fui mi propio miedo hasta que me di cuenta
de que no quería un final así para mi historia,
hasta que pude cambiarlo contigo.
Porque, aunque vuelvas a tener miedo,
el amor también es capaz de salvarnos,
y decir adiós es otra forma de querer.»
Este libro nos habla de todo lo que solemos callar, de los temores esos que llegan en la adolescencia y no nos abandonan nunca y de lo importante que es contar en la vida con personas que nos ayudan a plantar cara al miedo y son refugio para seguir adelante.